La mejor década en la historia del club paradójicamente empezaría de muy mala manera. La temporada 1980-81 fue la única durante los años ochenta en la que el equipo no calificó a la liguilla. José Antonio Roca dejó al equipo en la jornada 33. De inmediato fue nombrado como nuevo Director Técnico la leyenda americanista, Carlos Reinoso. Es así, como el “Maestro” Roca le dejaba la estafeta a su alumno, quien tomó el mando azulcrema exactamente el 10 de Junio de 1981.
Antes de jugarse la jornada 37, se dio un cambio en el alto mando del equipo. El 3 de julio de 1981, fue presentado Emilio Díez Barroso, alto ejecutivo de Televisa como nuevo presidente en lugar de don Guillermo Cañedo de la Bárcena. Este fue un presidente inigualable, sin comparación alguna, tanto como directivo que como persona; muy querido en todo el mundo, pues incluso, era parte de la mesa directiva de la F.I.F.A. Dejó el cargo después de 20 años en los que cambió la fisonomía del América y lo convirtió en grande.
Díez Barroso, se propuso regresar al América al lugar que un equipo grande debía tener, necesitaba estar en las alturas. Planeó tres recursos para llegar a tener un extraordinario cuadro de futbol. Estos eran: A) vigorizar y reestructurar el equipo, con nuevas contrataciones de extranjeros. B) Cambiar el uniforme. Pero no solo cambiarlo, ¡revolucionarlo! Éste nuevo uniforme, rompía totalmente con la tradición, tenía un triángulo azul, grande en el pecho, que en la espalda se convertía en rectángulo; cuello en “V” también en azul. Las mangas, tres cuartos tenían unas franjas diagonales en el mismo azul rey, con “vivos” rojos. Todo el resto del uniforme era amarillo fuerte, de un tono casi amarillo huevo. C) Cambiar el mote por el cual eran comúnmente conocidos, a uno más aguerrido, que diera más fuerza a su imagen. De esta forma, los Cremas dejaron de existir y el día 20 de septiembre de 1981, fueron presentadas ante los medios de comunicación en el estadio Azteca, las Águilas del América.
Comenzaría la temporada 1981-82, la primera de las nuevas Águilas. Llegarían como refuerzos los argentinos Norberto Outes, Eduardo Bacas y Mario Marcelo Favaretto que solo jugó un partido. El brasileño Nilton Pinheiro da Silva mejor conocido como ‘Batata’, que había llegado la temporada anterior cobró mayor protagonismo y como la base de jugadores mexicanos era la misma, al equipo no le costó trabajo encontrar su mejor forma. Nos quedamos en semifinales, pero viéndonos cada vez mejor.
Para la campaña 1982-83 llega del Independiente el argentino Alberto Daniel Brailovsky, extraordinario futbolista, joven y con una técnica individual como pocos. En esta temporada el equipo rompió todos los récords posibles, mayor número de victorias con 26, número de puntos obtenidos con 61, mayor promedio de efectividad 80.3 % (61 puntos obtenidos de 76 posibles). Norberto Outes se coronó como campeón de goleo con 22 tantos anotados.
Lamentablemente no se pudo lograr el objetivo y quedamos eliminados en semifinales, luego de una bronca histórica en el estadio Azteca ante el Deportivo Guadalajara el 22 de mayo de 1983.
Pero la revancha deportiva llegó inmediatamente, y para el torneo de liga 1983-84, por fin el trabajo de tantos años ofreció frutos y nos coronamos como campeones al derrotar en la final a las mismas Chivas Rayadas del Guadalajara que un año antes nos habían dejado fuera. Terminamos como superlíderes y previamente en la liguilla dispusimos del Monterrey en cuartos de final (2-1 global) y del Cruz Azul (2-0 global). El juego de ida de la final se disputó el 6 de junio de 1984 en el estadio Jalisco, y terminó empatado a dos goles. Carlos Hermosillo, un joven goleador letal que había debutado esta temporada con nosotros abrió el marcador a los 9 minutos. A los 63, Mario Trejo anotó el segundo. Nos empataron cuando nos quedamos con un hombre menos debido a la expulsión de Carlos de los Cobos y todo se decidió en el Azteca el 10 de junio.
La cosa no pintaba bien cuando Armando Manzo se hizo expulsar a los 26 minutos. Otra vez el rival, jugando con más hombres que nosotros, como había pasado en la ida, y en las semifinales de hace un año. Antes de finalizar el primer tiempo, el Guadalajara tuvo un penal a su favor y la oportunidad de cambiarlo todo. Pero enorme, Héctor Miguel Zelada, la figura del equipo, le atajó el disparo a Eduardo Cisneros y con eso le inyectó una dosis de ánimo, entusiasmo y seguridad, tanto a sus compañeros como a la tribuna. Con diez hombres, y una excepcional dirección técnica del ‘Maestro’ Carlos Reinoso, Eduardo Bacas a los 57 minutos, Alfredo Tena a los 65’ y Javier Aguirre a los 90’ anotaron los goles con que América ganó la única final de liga en que se ha disputado el Clásico de Clásicos. Esa nublada mañana alineamos así: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Ortega, de los Cobos, Brailovsky, Aguirre; Hermosillo (Juan Antonio Luna 60’) y Gustavo Pedro Echaniz (Eduardo Bacas 46’).
En la temporada 1984-85 conseguiríamos el bicampeonato. Saldrían del equipo Carlos de los Cobos y Javier Aguirre, y llegaría Gonzalo Farfán, otro jugadorazo. El equipo hizo un buen torneo sin ser espectacular. Carlos Reinoso tuvo que dejar su puesto en la dirección técnica debido a una enfermedad luego de la fecha 23 y en su lugar llegó el entrenador argentino Miguel Ángel ‘Zurdo’ López. Calificamos en el cuarto lugar a la liguilla y ahí eliminamos primero al Guadalajara (3-0 global) y luego al Atlas (1-1 y penales).
Así, ya en la gran final, el rival seria la Universidad Nacional, líder del torneo. El primer partido fue en el Azteca el 23 de mayo de 1985, terminó empatado a uno, Carlos Hermosillo hizo nuestro tanto a los 90 minutos. El 26 de mayo, en el estadio Olímpico Universitario empatamos sin goles y esto provocó un tercer y definitorio duelo, en Querétaro. La noche del 29 de mayo, en el estadio “La Corregidora”, ante la sorpresa general, pero con justicia, el América gana claramente por 3-1. Alberto Daniel Brailovsky fue un sol en el terreno de juego y anotó dos goles, a los 11’ de penal y 53 minutos. Dio cátedra de cómo conducir y jugar al futbol. Carlos Hermosillo, después de fallar varios tantos, convierte el tercero de las Águilas a los 76 minutos. Los jugadores que el ‘Zurdo’ López mandó a la cancha fueron: Héctor Miguel Zelada; Mario Trejo, Alfredo Tena, Armando Manzo, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Alejandro Domínguez, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas; Alberto Daniel Brailovsky y Carlos Hermosillo.
Debido a las críticas que recibió el arbitraje de Joaquín Urrea en este juego por parte de los detractores americanistas, es aquí es cuando nace la rivalidad contra el equipo de los Pumas de la Universidad Nacional.
La siguiente temporada sería especial debido a que, México, iba a ser por segunda vez en la historia, sede de un Campeonato Mundial de Futbol, en 1986. Se decide que este torneo sea jugado sin seleccionados nacionales, para que estos se integren al equipo mexicano. Aportamos cinco jugadores al TRI: Carlos Hermosillo, Alejandro Domínguez, Armando Manzo, Mario Alberto Trejo y Carlos de los Cobos, que regresó al equipo. Es así como da inicio el denominado Prode 85’, en el cual saldríamos campeones por tercera vez consecutiva. Fue un torneo corto. En la liguilla eliminamos a la Universidad de Guadalajara (3-1 global) en cuartos de final y al Atlante (5-3 global). La final la disputamos contra el Tampico Madero y conseguimos una proeza, al superar una severa desventaja inicial. El juego de ida en el estadio Tamaulipas lo perdimos categóricamente 1-4 la noche del 3 de octubre de 1985. El gol que anotó Cristóbal Ortega a los 46 minutos iba a resultar crucial, debido a que en la vuelta, jugada el 6 del mismo mes, en el estadio Azteca, logramos superar en tiempo extra a la ‘Jaiba Brava’ y lo goleamos 4-0, con dos tantos de Eduardo Bacas, ambos de penal a los 57’ y 119 minutos. Primeramente el novato Ricardo Peláez, debutante en este torneo abrió el marcador a los 54’ y Ramón Ireta marcó a los 80’. Este juego tuvo un final de alarido, porque el segundo penalti ocurrió justo en la última jugada del partido. Los hombres esta mañana del ‘Zurdo’ López, que ganó su segundo campeonato de Liga con nuestro equipo fueron: Héctor Miguel Zelada; Manolo Rodríguez (Jorge Martínez 30’), Alfredo Tena, Efraín Herrera, Vinicio Bravo; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Eduardo Bacas, Gonzalo Farfán (Ramón Ireta 75’); Efraín ‘Fanny’ Munguía y Ricardo Peláez.
Al Prode 85’ le siguió el torneo corto México 86’ en el cual debutó en nuestro equipo el joven Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’, mexicano hijo de nuestro ex jugador y campeón goleador, José Alves ‘Zague’.
Para la temporada 1986-87, regresaron los seleccionados y el equipo de nueva cuenta hizo un buen torneo, pero nos quedamos en cuartos de final.
Vino un cambio tanto de jugadores como de entrenador para la temporada 1987-88. El nuevo entrenador era Vicente Cayetano Rodríguez, de Argentina, que parecería tendría éxito porque apenas iniciado el torneo de liga, se disputó el torneo de Campeones de la Concacaf, y tuvimos éxito, tanto que logramos el título al derrotar al campeón de Trinidad y Tobago, el Defence Force, en el estadio Azteca el 28 de octubre de 1987, 2 goles a cero con tantos de Juan Antonio Luna a los 63 minutos y a los 90 de Antonio Carlos Santos, crack brasileño de reciente incorporación - que con el tiempo se haría figura americanista-, después de haber empatado a un gol en el juego de ida, celebrado en casa de los trinitarios, donde el mismo ‘Cabezón’ Luna había anotado. Así el América con Cayetano en el timón, se convirtió en nuevo campeón de la Concacaf. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Guillermo Huerta, José Vaca, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Julio César Uribe, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo (Gonzalo Farfán) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Robinson Hernández) .
Perecía que el técnico argentino podría con el paquete pero en la Liga, el equipo no caminó y fue reemplazado por el brasileño Jorge Viera, que levantó al conjunto y lo clasificó en primer lugar de la tabla. Además de Antonio Carlos Santos, también fueron contratados Julio César Uribe y Robinson Hernández pero jugaron muy poco.
En la liguilla derrotamos primero al Puebla en cuartos de final (6-2 global) y al Morelia (5-5 global y penales). La final la jugamos contra los Pumas de la Universidad Nacional. El juego de ida, disputado en el estadio Olímpico Universitario el 30 de junio de 1988 perdimos 1-0. Pero en la vuelta, jugada en el Azteca el 4 de julio los goleamos 4-1 y nos proclamamos campeones. Los goles fueron anotados por Gonzalo Farfán a los 20’ y 50 minutos, Adrián Camacho a los 51’ y Antonio Carlos Santos de penal a los 66’. Los hombres de Vieira esa mañana fueron: Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, Alfredo Tena, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos; Adrián Camacho (Roberto Aldrete 57’), Carlos Hermosillo (Efraín Munguia 57’) y Robinson Hernández .
Tres días después fuimos a Puebla, al estadio Cuauhtémoc, a disputar el juego de ida por el trofeo de Campeón de Campeones. Los Camoteros nos ganaron 2-1 y todo quedó listo para el juego de vuelta. El gol de Gonzalo Farfán a los 67 minutos resultó vital, puesto que en la vuelta, el 10 de julio, derrotamos a equipo de la franja 2-0 y le dimos la vuelta al marcador. Carlos Hermosillo a los 14 minutos y Guillermo Huerta a los 74’, anotaron nuestros tantos y conseguimos un trofeo más para nuestras vitrinas. Vieira alineó a Adrián Chávez; Manolo Rodríguez, José Vaca, Guillermo Huerta, Efraín Herrera; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Antonio Carlos Santos (Efraín Munguía 65’); Adrián Camacho (Roberto Aldrete 68’), Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .
La luna de miel entre equipo y afición seguiría, ya que en la temporada 1988-89 logramos el bicampeonato. A diferencia del torneo anterior, ahora el América no arrasa, y tiene un torneo regular, pero que le alcanza para clasificarse a la liguilla. Llegaron dos significativos laterales, el mexicano Juan Hernández y el uruguayo Cesilio de los Santos, que serían piezas claves en el engranaje del técnico Vieira. En un sistema de Round Robin, en la liguilla dejamos fuera al Guadalajara, Puebla y Universidad Autónoma de Guadalajara.
Tuvieron que pasar 17 años, para que nuevamente se enfrentaran, en una final de Liga, el América y el Cruz Azul. El primero duelo fue el 13 de julio de 1989, y ganamos 3-2. Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ a los 2’, Carlos Hermosillo 32’ y Antonio Carlos Santos 59’ de penal marcaron nuestros tantos. El domingo 16 tendría un doble significado: el primero, que con el empate a 2 que se da en el partido de vuelta, con los goles de Juan Hernández a los 6 minutos y Carlos Hermosillo a los 32’, nos coronábamos como bicampeones y segundo, que se lograba saldar aquella deuda pendiente de la 71-72, al quitarle al Cruz Azul la oportunidad de ser Campeón. El marcador global fue de 5-4 a favor del América. Nuestra alineación fue con Adrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alfredo Tena (Eduardo Córdova 21’), Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Alejandro Domínguez, Antonio Carlos Santos; Carlos Hermosillo y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ (Carlos Seixas 70’) .
El 20 de julio, cuatro días después, el América, terminaba el año futbolístico conquistando el título de Campeón de Campeones, al derrotar al Toluca en el estadio Azteca, por 2-0 con goles de Hermosillo a los 23 minutos y Seixas a los 110’, en lo que fue otra formidable temporada, para el gran Jorge Vieira que alineó aAdrián Chávez; Juan Hernández, Guillermo Huerta, Alejandro Domínguez, Cesilio de los Santos; Cristóbal Ortega, Gonzalo Farfán, Eduardo Córdova, Antonio Carlos Santos (Adrián Camacho 69’); Carlos Hermosillo (Efraín Munguía 64’) y Luis Roberto Alves ‘Zaguinho’ .
Todavía cerramos la década con una espléndida temporada 1989-90 donde dos crack mundiales llegaron al equipo, el brasileño Eduardo dos Santos ‘Edú Manga’ y el paraguayo Raúl Vicente Amarilla. El equipo jugó muy bien, caminó perfecto, anotó muchos goles y quedamos como superlíderes, pero un error arbitral, del nazareno Jose Antonio Garza y Ochoa nos privó de la disputa del tricampeonato, y fuimos eliminados en semifinales contra la Universidad de Guadalajara por un penal que no lo era.






