sábado, 2 de marzo de 2019

#Historia: Época 1961 – 1970

Azcárraga Milmo sabía que el Guadalajara era el equipo del pueblo, aquél que solo jugaba con mexicanos, y decidió hacer del América el rival odiado, ‘El villano de la película’, y por ende, tenía que hacer lo primero que el equipo tapatío no podía: contratar a extranjeros y que fueran los mejores. El primer jugador foráneo en llegar al América bajo el mandato de Azcárraga fue el argentino Ángel Osvaldo Schandlein, procedente del Boca Juniors.
Luego de quedar en el sexto lugar en la temporada 1960-61, después de haber sido subcampeón en el torneo inmediato anterior, primero de Azcárraga, este, decidido a ganarlo todo, contrató a Guillermo Cañedo de la Bárcena, quien fungía como Presidente del Zacatepec para que se hiciera cargo del destino del equipo. Le otorgó toda su confianza para la adquisición de jugadores y contratación de Cuerpo Técnico. Lo primero que Cañedo hizo, fue traer a su hombre de confianza para la dirección técnica. Así que llegó al equipo nuestro ex jugador de la temporada 1943-44, Ignacio Trelles, ahora afamado entrenador. Y con él empezó el arribo de grandes figuras extranjeras, que dejarían huella en el equipo. Iba a comenzar pues la temporada 1961-62 y los brasileños José Alves ‘Zague’, Ney Blanco de Oliveira, Urbatao Calvo y Francisco Moacyr Santos, así como Ronald Martell de Curazao fueron presentados como refuerzos. Y el quipo comenzó a funcionar de manera hermosa, con el sistema que Trelles les enseñó, y terminaron el torneo como subcampeones.
La buena racha siguió y para el torneo 1962-63 solo arribó el arquero argentino Ataulfo Sánchez, que llegó a competir con el veterano Manuel Camacho para cubrir el hueco que dejó el extraordinario peruano Walter Ormeño quien salió del equipo al haber sido suspendido un año por agredir a un árbitro en un duelo contra el Toluca en la 1960-61. Cabe destacar el debut del joven Javier ‘Chalo’ Fragoso, elemento de extracción americanista que con el tiempo se convertiría en un referente azulcrema. El equipo quedó en el tercer puesto de la competencia pero se auguraban mejores tiempos. En este campeonato le dimos la bienvenida en el máximo circuito a los Pumas de la Universidad Nacional y la primera vez que se jugamos ante ellos fue en la jornada uno, el 1 de Julio de 1962, en el estadio de la Ciudad Universitaria, en aquel entonces, todavía casa de los Millonetas. El resultado fue favorable a los Canarios 2-0, con goles de Francisco Moacyr y Antonio Jasso.
Para la campaña 1963-64 se mejora mucho. Llegan el brasileño Luis Juracy así como el arquero mexicano del Zacatepec, Jorge Iniestra. Los números fueron realmente buenos, tuvimos una gran racha sin perder desde la jornada tres hasta la trece. En la fecha 14 caímos con los Cañeros en el estadio Agustín ‘Coruco’ Díaz pero el equipo de Trelles no desmejoró y solo quedamos atrás del Guadalajara al final, logrando así el subcampeonato.
La directiva decidió la salida de Trelles, que se fue con dos subcampeonatos y un tercer lugar, un decoroso trabajo pero se tenían mayores objetivos. En su lugar llegó Alejandro Scopelli, argentino que jugó en la primera Copa del Mundo de 1930 en Uruguay y que desde 1939 tenía experiencia dirigiendo a equipos en Sudamérica y Europa. Su primera prueba fue la Copa México, ahora conocida como ‘Copa Presidencial’ y mejor inicio no pudo tener.
Nuestro equipo ganó por fin un título en la era de Emilio Azcárraga, fue el primero. Lo ocurrido entre el 5 de marzo en que jugamos la jornada 1 de la Copa ante el Orizaba y el 21 de abril cuando disputamos la final ante el Monterrey quedó escrito en el libro de oro americanista.
Además de pasar sobre el mencionado Orizaba, eliminamos al Necaxa y al Toluca, aquí con gran enojo de la gente en su estadio, donde salimos a botellazos el 12 de abril. Ya en la gran final, en dos juegos, dispusimos de la Pandilla regiomontana. El primer duelo terminó empatado sin goles, por lo que se jugó otro, que sería a muerte. Nuevamente en el tiempo reglamentario quedamos empatados, ahora a uno, con tanto de José ‘Pepín’ Gonzalez a los 74 minutos. El cotejo se fue a una maratónica serie de penales. Raúl Chávez ejecutó por los regiomontanos y Alfonso ‘Pescado’ Portugal hizo lo propio por nuestro equipo. Seis disparos lanzó cada uno y nosotros solo fallamos uno, por lo que alzamos la Copa. La alineación que el ‘Conejo’ Scopelli mandó al césped del estadio Olímpico Universitario esa noche fue con Jorge Iniestra; Juan Manuel ‘Gato’ Lemus, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Ángel Osvaldo Schandlein, José ‘Pepín’ González; José Alves ‘Zague’, Javier Fragoso, Luis Juracy y Federico Ortiz Maldonado, que debutó en el primer partido de la final.
La felicidad era total, de parte de nuestro equipo, y así empezamos a preparar la siguiente Liga, 1964-65, que sería el primer torneo largo de Scopelli al mando nuestro. Alfredo ‘Negro’ del Águila así como Jorge Abel Vázquez de Argentina reforzaron al equipo, además de ser promovido de fuerzas básica el novato Jorge ‘Coco’ Gómez.
En el torneo de Liga quedamos en cuarto lugar destacando el equipo por haber sido el conjunto menos goleado del torneo. Durante esta competencia jugamos por primera vez contra el Cruz Azul, recién ascendido a la Primera División. Fue en la Jornada 13 del Torneo de Liga 64-65, el 30 de Agosto de 1964, en el estadio 10 de Diciembre de Jaso Hidalgo. El resultado fue favorable a nosotros 2-1, con goles de Marín Ibarreche y Alfonso Portugal.
Pero lo bueno llegó de nueva cuenta en el torneo de Copa. De entrada dos cracks brasileños llegaron para disputar este certamen. Arlindo ‘Memín’ dos Santos y el famoso doble Mundialista, campeón en Suecia 1958 y Chile 1962 Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’.
Mejor debut no pudieron haber tenido. Pasamos sobre el Toluca, Zacatepec y Universidad Nacional en la ronda de grupos. Al Cruz Azul lo derrotamos en las semifinales y en la final dimos cuenta del Morelia, el 7 de marzo de 1965 en el estadio Olímpico Universitario. El marcador de ‘cuatro-cero’ lo dice todo. Los goles fueron anotados por Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 21 minutos y a los 50. Vavá se estrenó en México con un par de tantos, a los 53’ y 83 minutos. Alejandro Scopelli se convirtió en técnico bicampeón y alineó a Ataulfo Sánchez; Severo de Sales, Juan Bosco, Alfonso Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Víctor Mendoza, Antonio ‘Güero’ Jasso; Federico Ortiz Maldonado, Javier ‘Chalo’ Fragoso, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Arlindo dos Santos.
Así es como, con dos títulos de Copa en su haber, Alejandro Scopelli prepararía el plantel para afrontar el siguiente torneo de Liga, 1965-66, que sería el último que jugaríamos como locales en el estadio Olímpico Universitario y que nos otorgaría una gran satisfacción.
En dicha temporada, aquella maravillosa donde Zague fue campeón de goleo con 20 tantos, donde Arlindo fue subcampeón de la misma especialidad con 18 goles, los Cremas de coronaron, luego de 38 años de sequía en torneos de Liga. El América empezó el torneo a tambor batiente pero el título se decidió justo en la última fecha, jugando contra el Veracruz en la cancha del estadio Olímpico Universitario el domingo 19 de diciembre de 1965, justo en la jornada 30 del certamen. Tenían los Cremas que ganar, para rebasar al Atlas y al Guadalajara. Nuestros muchachos lo hicieron, con aquellos grandes goles de Javier ‘Chalo’ Fragoso a los 34 minutos y el inolvidable gol Olímpico de Jorge ‘Coco’ Gómez faltando diez para que terminara el juego.
Pero lo peculiar del torneo para el América, fue que tuvo tres entrenadores en la temporada. Tres directores técnicos diferentes, siendo siempre o casi siempre los líderes del torneo. Como se mencionó anteriormente, el torneo lo comenzó el ‘Conejo’ Scopelli, que estuvo de la jornada 1 a la 20. Le siguió ‘Monche’, José Moncebáez que era su auxiliar y que con la enfermedad del primero, se hizo cargo del equipo. Había sido portero de nuestro equipo en de 1941-42 a 1944-45. Estuvo hasta la fecha 25. Finalmente para sorpresa de todos, en la jornada número 26 es nombrado como nuevo entrenador de los Cremas el uruguayo Roberto Scarone, también ex jugador de nuestro equipo de 1943 a 1945, sin aparente razón para ello. En un principio se anunció como una dupla, con el mismo Moncebáez, pero este, técnico vigente, no lo acepto. Así que Scarone se encargó de guiarnos al final del torneo y contra los Tiburones Rojos, la mañana que nos coronamos, dispuso la siguiente alineación: Ataulfo Sánchez; Javier ‘Titino’ Martínez, Juan Bosco, Alfonso ‘Pescado’ Portugal, Fernando ‘Perro’ Cuenca; Alfredo ‘Negro’ del Águila, Víctor Mendoza; Jorge ‘Coco’ Gómez, Arlindo dos Santos, José Alves ‘Zague’ y Javier ‘Chalo’ Fragoso.
Fue extraño como faltando solo cinco fechas para terminar el campeonato, la Directiva americanista se aventuró a hacer un cambio tan importante, que para el agrado de todos, no impidió que ese gran conjunto que habían formado Scopelli y Moncebáez a lo largo de 25 jornadas, no se desdibujara y finalmente, para delirio de la gente, el equipo volvió a ser campeón de liga.
Y para festejar el campeonato obtenido, así como nuestros primeros cincuenta años de vida, el América se mudaría de estadio, a uno propio, maravilloso, construido explícitamente para un equipo grande, y América lo empezaba a ser.
Cuando don Emilio Azcárraga Milmo compró a los Cremas, decidió la construcción del Estadio Azteca. La obra que empezó en 1962, duró cuatro años y en 1966 quedó listo para su inauguración y flamante para ser la sede principal del Mundial de Futbol en México en 1970. El Coloso de Santa Úrsula, como coloquialmente le llaman también, fue nombrado "Estadio Azteca" mediante un concurso, en el que se invitó a los aficionados de toda la república a participar.
Construido por el Arq. Pedro Ramírez Vázquez e inaugurado el 29 de Mayo de 1966 a las 12:00 horas. Más de 105,000 espectadores se reunieron en el que era el estadio más moderno del mundo en su momento, para presenciar el partido inaugural entre los Cremas del América y el Torino de Italia. El saque inicial estuvo a cargo del entonces Presidente de México, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, teniendo como testigo al Presidente de la FIFA, Sir Stanley Rous.
El mejor árbitro mexicano del momento, Fernando Buergo, auxiliado por su hermano Felipe y Ramiro García, fueron testigos del saludo de los capitanes en el centro de la cancha, en donde Alfonso Portugal daba la bienvenida al fútbol del mundo como capitán del América. A los 10 minutos del juego, llegó el primer gol en la historia del estadio, por conducto del brasileño Arlindo dos Santos, con un disparo desde fuera del área que provocó la explosión de júbilo de los aficionados. Ese encuentro finalizó empatado a 2 goles. El segundo tanto americanista fue de José Alves ‘Zague’, luego reaccionarían los italianos al emparejar los cartones. Así saltamos a la cancha en la gran fecha, atrás: Ataulfo Sánchez; Alejandro “Titino” Martínez, Alfonso “Pescado” Portugal, Gilberto Vega, Martín Ibarreche; Víctor Mendoza, Alfredo ‘Negro’ del Águila, Arlindo dos Santos; José Alves ‘Zague’, Edvaldo Izidio Neto ‘Vavá’ y Jorge ‘Coco’ Gómez. El entrenador era Ángel Papadópulos.
En febrero de 1968, Panchito Hernández es llamado por el presidente Cañedo para colaborar con él, como secretario técnico del equipo. Y para la temporada 1969-70, el flamante nuevo directivo azulcrema empieza hacer una renovación paulatina en el plantel que se estaba envejeciendo. Panchito logra cuatro grandes contrataciones, Robert ‘Monito’ Rodríguez, Guillermo ‘Campeón’ Hernández, Mario ‘Pichojos’ Pérez y la más mediática e importante: Enrique Borja.
La compra, al equipo Universidad de la carta de Enrique Borja, fue una verdadera bomba para toda la gente. Tan sorpresiva, que, en un principio, el ídolo goleador se negó rotundamente a firmar su contrato. Pero una vez platicado con el Sr. Cañedo, Enrique fue convencido, y tal vez sin saberlo, firmó un contrato que lo llevaría al estrellato, a ser la máxima figura nacional e ídolo de la gente en su tiempo; aparte de sus características siempre especiales como jugador y goleador lo principal en él era su don de gente, su forma de ser y esa chispa que siempre tuvo y que lo mantuvo de romance con la afición, incluso hasta después de su retiro.
Previo al Mundial que se disputaría en México, llega al América un jugador chileno, poco conocido para los mexicanos, pero recomendado por nuestro ex entrenador Alejandro Scopelli y muy bien observado por Panchito Hernández. Su nombre, Carlos Reinoso, procedente del modesto club Audax Italiano de su país natal, futbolista de la selección chilena, hombre en el cual se tenían grandes esperanzas. En su primera temporada como azulcrema tuvo una actuación regular, pero en su segundo torneo o sea la campaña 1970-1971, se convertiría en el mejor jugador de la temporada y con el tiempo, no solo eso, llegaría a ser “el mejor jugador extranjero de todos los tiempos en México”.

CONTINUARA... (1971-1980)



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